El sueño no es un tiempo perdido, es una fase activa de nuestra vida.
Sueño
Tanto a nivel físico como psicológico, un descanso inadecuado provoca cansancio, somnolencia, disminución de atención y concentración, lentitud de pensamiento, irritabilidad y suele favorecer al desarrollo de enfermedades como depresión y ansiedad, lo cual afecta a nuestro trabajo, relaciones y modo de vida.
Para conseguir un descanso más favorable el dormitorio precisa de una buena ventilación, oscuridad y un buen aislamiento sonoro. La decoración puede influir, colores suaves, muebles con líneas sencillas y madera maciza, transmiten una atmósfera cálida y tranquila.
Pero lo más importante es el soporte, el colchón en el cual dormimos. Sus características deben ser adecuadas e individualizadas a nuestras necesidades.
Descanso
Según las necesidades de cada uno, le aconsejaremos con la mejor composición para su colchón. Que sea más duro, que se amolde mejor o tenga más recuperación. Látex de más o menos densidad. El grosor de las distintas capas de algodón o lana. Todo esto influye a la hora de decidir.
El colchón debe ser firme, que respete y sustente la forma anatómica natural del cuerpo, pero su elasticidad puntual debe permitir que se hundan las partes sobresalientes del cuerpo lo suficiente para que la espalda mantenga una postura recta y relajada.
Si es demasiado blando y se hunde excesivamente comprimimos las vértebras y sometemos a tensión los músculos anexos a ella, es entonces cuando pueden aparecer dolores lumbares. Si es demasiado duro, la estructura del colchón no puede absorber las partes sobresalientes del cuerpo, por tanto esta falta de flexibilidad incrementa la tensión de la columna. Además por la presión puede haber problemas de circulación sanguínea, lo que en ocasiones provoca hormigueo en el brazo o la pierna.
Teniendo en cuenta todo esto, en Futon Station hemos encontrado soluciones en el colchón natural.
Colchón natural
No es una idea nueva aprovecharse de las diferentes características de las fibras naturales. Algodón, lana, crin…, han estado durante siglos en uso para conseguir mayor comodidad en la cama.
El algodón, aparte de ser muy agradable al tacto y amoldarse bien, regulariza la temperatura corporal y absorbe la humedad. La lana mantiene y aporta mejor el calor, mientras la crin de caballo da más flexibilidad y airea el colchón. Para conseguir una máxima elasticidad puntual, nada mejor que el látex. Todo esto enfundado en telas 100 % de algodón.
Es nuestra idea de un colchón sano y confortable.